de Purmamarca a Tumbaya Grande



Para el martes ya había arreglado con Carlos, con quien había hecho otras salidas otros años, para hacer la caminata de Purmamarca a Tumbaya Grande.
vista de Tumbaya Grande

Nos juntamos temprano en Purmamarca (no cansa ver sus cerrazos, sobre todo a la mañana que es cuando sus colores resaltan bajo el sol) y empezamos la caminata metiéndonos en el cementerio que está detrás de la Iglesia y del Viejo Algarrobo.
colorazos purmamarqueños

cementerio de Purmamarca


Atravesamos el cementerio y fuimos a dar al Camino de los Colorados.  Lo atravesamos y le metimos por la quebradita del Río Tumbaya hasta su naciente. Se siente la subidita, eso sí, pero íbamos tranqui y admirando los colorazos purmamarqueños. Y se pasó Carlitos prestándome los bastones de trekking, yo no soy de usarlos pero es verdad que ayudan mucho tanto en la subida como en la bajada.
colores purmamarqueños

colores purmamarqueños

contrastes purmamarqueños

remontando el Río Tumbaya

arcilla purmamarqueña





arcilla purmamarqueña



verdores purmamarqueños

El único disgusto fueron las cintas de plástico que habían dejado en los churquis los de Columbia luego de la carrera que hicieron el año pasado. Digo, ¿qué les cuesta recogerlos al terminar la carrera? Es que no solo arruinan el paisaje sino que deben ser re peligrosas para las cabritas si las comen. Ojalá en la carrera de este año se pongan las pilas y las quiten.
las cintas de la carrera de Columbia

 
Seguimos andando y en un momento llegamos a un abrita, creo que es el Abra de Tumbaya, que es como un mirador desde el que se ven los colores de Tumbaya Grande.  ¡Re lindas esas vistas!  Anduvimos por ahí un rato, descansamos, comimos unas frutas, y al rato pegamos la vuelta.
colores purmamarqueños

de Purmamarca a Tumbaya Grande

de Purmamarca a Tumbaya Grande

vista de Tumbaya Grande

vista de Tumbaya Grande

Vicky chocha

el cardoncito cumplió su ciclo


Re lindo cómo en el camino hacia Purmamarca se veían los cerros rojos de Los Colorados, detrás algo del pueblo y sus parcelas de cultivo y, detrás de la quebrada de Purmamarca, el Cerro Morado y la huellita por la que se lo sube.  Muuy vistoso ese acercamiento a Purma...
de Tumbaya Grande a Purmamarca

llegando a Purmamarca desde Tumbaya Grande

qué lindoooo
hartas pasacanas

pasacana la fruta del coya, manjar de los runas, la miel del pastor...

vista del Morado llegando a Purmamarca

llegando a Purmamarca

llegando a Purmamarca

llegando a Purmamarca

llegando a Purmamarca


Y de yapa hicimos la hermosísima vuelta del Camino de Los Colorados.

hermosísima vuelta a Los Colorados


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Sobre Vicky Yened

Hace unos 15 años que descubrí la Quebrada y Puna. Fue un flash... tremendos paisajes con cerrazos coloridos, cóndores, llamas, vicuñas, cardones, que desde hace miles de años moldean un hábitat sencillo y estremecedor... pero lo que más me impactó es la cultura viva que aun se mantiene y conmueve... la Pachamama siempre presente, las chayadas, las apachetas, las ofrendas, las rondas de coplas... Así que ahí ando, cada vez que puedo me hago escapaditas revitalizantes.

4 comentarios:

  1. Y no llegaron a la escuela rural de tumbaya grande ? Un poco mas abajo y siempre sobre la margen derecha del río hay un cerro de once (11) colores ! Y se ven plantas de manzanas y mucha vegetación ,es un paraíso tumbaya grande

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    1. No, Horacio, nos volvimos a Purma por otro caminito... Igual ya tengo pensado en volver y bajar a Tumbaya Grande. Me comentaron que en esa escuela de Tumbaya Grande es donde se hace el Festival del Bandoneón. Saludos

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  2. Qué ganas de hacer ese circuito! Muy bueno el relato y las fotos, hermosas!

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