Desde hace años, cada vez que paso por la ruta no me puedo resistir y me pongo como hipnotizada a mirar y sacarle fotos al Cerro Yacoraite con esas tonalidades rojizas tan impactantes, rematadas por una línea amarilla que se ven especialmente bien por la mañana.
el impactante Cerro Yacoraite |
Hace unos años en un viajecito le pedí al guía que entráramos para verlo de
más cerca: entramos por el camino que va por la playa del río Yacoraite y
llegamos hasta la escuela que está unos 15 km adentro. Igual me quedé
con las ganas de conocer el antigal y no encontraba quién me llevara ya
que me habían dicho que tenía que ser alguien de la Comunidad.
Y de casualidad me entero de Rolando Choque (0388 15 457 0781), un lugareño que estaba haciendo guiados por allá y me lo agendé para la próxima salida.
Re buena onda, yo estaba en Humahuaca y me fue a buscar: nos juntamos temprano en la terminal y nos tomamos El Vallisto, el cole local que para en todos lados entre Tilcara y Humahuaca. Me contó que es de Yacoraite, que trabaja de albañil en Tilcara y que hace poco le planteó a la comunidad su idea de trabajar con turismo allí y estuvieron de acuerdo. ¡Qué bueno que cada vez en más lugares sean las propias comunidades las que trabajan en Turismo!
Me contó que le estaba insistiendo a sus hijos para que trabajen con él y cuando le digo que si ellos no quieren de última él puede vender para que otro siga con el emprendimiento turístico, me dice que no puede, que ya las tierras son de la Comunidad y justamente eso implica que solo se pueden heredar, no vender a terceros. Increíble, es otra lógica...
Saliendo ya del paraje había un enorme piletón, Rolando me contó que es donde se junta el agua para beber, que por suerte no tienen problema de agua ya que incluso hay otra toma que lleva el agua para riego.
Y de casualidad me entero de Rolando Choque (0388 15 457 0781), un lugareño que estaba haciendo guiados por allá y me lo agendé para la próxima salida.
Re buena onda, yo estaba en Humahuaca y me fue a buscar: nos juntamos temprano en la terminal y nos tomamos El Vallisto, el cole local que para en todos lados entre Tilcara y Humahuaca. Me contó que es de Yacoraite, que trabaja de albañil en Tilcara y que hace poco le planteó a la comunidad su idea de trabajar con turismo allí y estuvieron de acuerdo. ¡Qué bueno que cada vez en más lugares sean las propias comunidades las que trabajan en Turismo!
Al
entrar, me mostró un salón de la comunidad donde tienen un secadero
solar, con unas bandejas donde ponen sus productos a secar con el calor
que viene de unos paneles puestos fuera que lo reciben del sol. Increíble, nunca había visto algo así.
Seguimos
y mientras yo, chocha, no paraba de ver el cerro, Rolando me mostró su
terrenito, donde está construyendo para alojamiento! Me encantó que
también estuviera plantando árboles (pero no tantos para que no tapen la
visual del cerro a quien se quede).
Me contó que le estaba insistiendo a sus hijos para que trabajen con él y cuando le digo que si ellos no quieren de última él puede vender para que otro siga con el emprendimiento turístico, me dice que no puede, que ya las tierras son de la Comunidad y justamente eso implica que solo se pueden heredar, no vender a terceros. Increíble, es otra lógica...
Saliendo ya del paraje había un enorme piletón, Rolando me contó que es donde se junta el agua para beber, que por suerte no tienen problema de agua ya que incluso hay otra toma que lleva el agua para riego.
Avanzamos
, cada vez acercándonos más al cerro, que yo no podía creer de lo lindas que eran esas vistas, y en un sector donde había unos montículos de piedras me explicó que
tiene que ver con el despacho del alma del difunto.
Un
poco más y ya ingresamos al Antigal ("donde vivían los antiguos" como me
explicaron alguna vez). La verdad que quedé impresionada, es muy
notorio el rastro de callecitas, hileras de piedras de antiguos muros de
los recintos habitacionales, restos de cerámicas con diseños, morteros
para moler, ¡impactante!
Anduvimos
bastante y en una sombrita hicimos una almuercito con sandwiches y frutas
que habíamos llevado. Re lindo que en un momento Rolando sacó el sikus
y se puso a tocar!
Después
seguimos un par de horas más recorriendo otros sectores del enorme
Antigal, siempre con unas vistas re lindas en medio de cerros rojizos...
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