Abra Cóndor. Santa Cruz. Campo La Paz


Al otro día volvimos a salir para hacer una ruta similar pero un poco más al norte.  La idea era llegar a Nazareno, otro de los pueblos salteños a los que se llega luego de cruzar los cerros de la Sierra de Santa Victoria, al este Humahuaca, esta vez por el Abra Cóndor (bien cerquita, justamente, del paraje jujeño El Cóndor).  
Y yo tenía la curiosidad de entrar a Campo La Paz, un paraje en un desvío antes de llegar a Nazareno, que resultó un lugar divino.
Campo La Paz
Salimos temprano de Humahuaca y le metimos por la ruta 9 al norte.  En Abra Pampa Raúl, que estaba buscando lajas, consultó precios en una Cooperativa que hay sobre la ruta (y que nos enteramos de que las traen de San Francisco, justo por dónde íbamos a pasar).
Cooperativa de Lajas en Abra Pampa
En La Intermedia salimos de la ruta 9 y tomamos una huella al este, primero hacia Cangrejillos y luego hacia El Cóndor, donde empezamos a subir al abra.  
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Increíble cómo se nota bien la diferencia entre la amesetada puna jujeña y los cerrazos de la Sierra de Santa Victoria, ya territorio salteño.  Prepuna se llama esa Serranía que está entre la puna y la zona subtropical, cuyos cerros van bajando en altura a medida que se acercan al este.
llegando a Cangrejillos
gavillas en Cangrejillos
Cangrejillos
llegando a El Cóndor
El Cóndor
Apenas saliendo de El Cóndor, ya se veía clarísimo en los cerros de enfrente el camino que iba subiendo hacia el abra para atravesarlos.  Justo el abra, el punto más alto del camino que atraviesa el cerro, es el límite en el que se deja Jujuy y comienza Salta, así que allá fuimos, meta curva y curva, dele subir con unas vistas divinas de la puna jujeña desde la altura.  Re impresionante cuando, estando bien alto, antes de llegar al abra se ven los yaveños Cerros Ocho Hermanos.  Y llamas y vicuñas a cada rato, sobre todo en las vegas.
de El Cóndor al Abra, por el caminito bien arriba del cerro
camino al Abra Cóndor



vista de los cerros Ocho Hermanos de Yavi, desde el Abrandor
llamitas puneñas
llamas y vicuñas en la vega cerca del Abra

camino al Abra Cóndor
camino al Abra Cóndor
llamas y vicuñas en la vega camino al Abra Cóndor
Raro que en el abra no había apacheta como suele haber en general, y muy pocos carteles.  Pero no nos perdimos, el camino te lleva nomás.
Abra Cóndor, dejamos Jujuy y entramos a Salta
vista desde el Abra Cóndor
Ya desde el abra (aproximadamente 4500 msnm), a poco de avanzar dejamos las vistas de la puna jujeña y empezamos a andar entre cerros, con vegas, llamas y vicuñas.
se ve el camino que va a Nazareno desde el Abra Cóndor

hartas vicuñas 
bajando del Abra Cóndor

De a poco empezamos a bajar de las alturas del abra y empezamos a ver algunos parajes.  Serían casas o puestos (lugares donde van a llevar los animales a comer en la temporada seca en que no hay pasturas en su lugar habitual).  Qué increible cómo la gente vive en esos lugares tan inhóspitos donde parece que la naturaleza casi nada puede ofrecer, y así y todo de generación en generación encuentran cómo proveerse de sus frutos (¡cómo no van a ser devotos de la Pachamama!).  Con sus animales que les dan carne y lana, los pocos pero excelentes cultivos (muchísimas variedades de papas, habas, trigo, maíz, alfalfa), el adobe y las cañas para sus casas, tienen lo suficiente para la vida.  Sin multitudes, sin consumo, sin wi fi...  Y no es una vida "triste" como por lo general se dice del mundo andino, a lo sumo no tendrán lo último en ropa u objetos de consumo, pero ¡sí que tienen fiestas y diversiones!  Lo que sí, es muy dura la vida del campo, los animales y los cultivos necesitan dedicación diaria, no hay horarios, feriados o vacaciones, muy distinto a lo que estamos acostumbrados nosotros, "seres urbanos", que hacemos casi un culto del ocio y tiempo libre, conceptos que no forman parte del mundo de esta gente.  De hecho me pasó mucho en los viajes de darme cuenta que piensan de mí que "como viajo" soy prácticamente una millonaria, sin concebir que trabajo muchísimo todo el año y voy ahorrando para mis escapaditas norteñas.  Es otro mundo en muchos sentidos.
casas y corrales bajando del Abra Cóndor
vega bajando del Abra Cóndor
casas y corrales bajando del Abra Cóndor
bajando del Abra Cóndor, casi llegando a San Francisco
a Nazareno

Finalmente llegamos a Tuc Tuca, un paraje donde se abren caminos.

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paraje Tuc Tuca, camino a Nazareno
Al sur hacia Bacoya, que el día anterior habíamos visto llegando a Vizcarra.  ¡Qué tentación ese camino! Pero no fuimos, quedará para otra vez... Y al norte, hacia Campo La Paz y otros parajes cercanos.  Hacia allá íbamos pero ya era la hora de comer y, antes de salir, Raúl se mandó gran cocinada de fideos.  Re loco que justo venía caminando un muchacho que nos contó que vive en Salta y que había ido a visitar a su abuela, en un paraje cercano.  Y como ya se volvía se fue al cruce a ver si pasaba algún vehículo que lo acerque a la ruta 9.  Pensamos que se pasaría horas (nosotros íbamos para otro lado) pero por suerte a la media hora lo levantó una camioneta, ni hablar de transporte público en esa zona.
Raúl cocinero
¡Qué rico!
paraje Tuc Tuca, cruce de caminos
paraje Tuc Tuca, camino a Bacoya
Bien llenitos seguimos camino.  Re lindos los cerrazos coloridos e impactante la vista de la laguna que hay entre Santa Cruz y Campo La Paz.  Se la ve a cada rato, desde distintos lugares, y nunca cansa, es más, atrae.  ¡Qué hermoso lugar!  Yo hipnotizada con los colores pastel de los cerros y los cuadrados de cultivo que veíamos cada tanto.
de Tuc Tuca a Campo La Paz

de Tuc Tuca a Campo La Paz
de Tuc Tuca a Campo La Paz
de Tuc Tuca a Campo La Paz

de Tuc Tuca a Campo La Paz, impactante la laguna
camino a Campo La Paz
camino a Campo La Paz
camino a Campo La Paz
camino a Campo La Paz
Al rato empezamos a ver a lo lejos un caserío con sus cultivos y yo supuse que sería Campo La Paz pero no, era Santa Cruz.  Para ir, el camino era todo en bajadas, con unas vistas re lindas, y re gracioso cuando me tuve que bajar para abrir la tranquera en el camino (no es que alguien se hubiera apropiado del camino, es que las ponen para que en épocas de cultivo y cosecha los animales no pasen).
vista de los cultivos de Santa Cruz
la laguna de Campo La Paz y la quebradita de Santa Cruz


¡qué lindo lugar!
Obviamente fuimos a la escuela.  Ahí sí, re piola el maestro, con mucho entusiasmo por su tarea, nos contó que también son muy pocos chicos, entre 10 o 12, y nos mostró el invernadero que tiene con los chicos para poder tener verduras en esas alturas (deben estar a más de 3000 msnm) y le cambió a Raúl algo de la cantidad (¡y variedad!) de papines que habían cosechado, por las manzanas de Ocumazo.
la escuela de Santa Cruz
bajando a Santa Cruz
la laguna de Campo La Paz y la quebradita de Santa Cruz
llegando a Santa Cruz: ¡camino con tranquera!
vista de Santa Cruz
papines que cosecharon en la escuela de Santa Cruz
el vivero de la escuela de Santa Cruz
la escuela de Santa Cruz
De ahí, seguimos bajando hacia el río y en poco más de media hora estuvimos en Campo La Paz.  Realmente, como su nombre lo indica, ese lugar es un pequeño oasis...  Tengo un hermoso recuerdo de esa tarde, el día estaba hermoso, cálido, y había podido llegar a ese lugar remoto hermosísimo, re chocha.  En realidad sabía de su existencia por Eliseo, el encargado de mi edificio que es de ahí y cuando me lo puse a buscar en mapas me dieron ganas de ir a conocerlo.  Unos días antes había sido la Fiesta Patronal en la que el paraje se llena de antiguos lugareños que viven desperdigados por el país y que van para allá en esa fecha.  Pero ahora, 10 días después, pura tranquilidad...  Lástima la maestra que hacía un mes que estaba y ya se quería ir, no soportaba la soledad, el frío, el lugar en sí, que no hubiera algún lugar donde comprar lo que sea (ni mercado hay, son sólo los pocos vecinos con sus animales y cultivos), una pena, ojalá se haya acostumbrado, o hayan mandado a otra que disfrute su tarea y no vaya a trabajar a zonas rurales sólo porque pagan másCharlamos un rato con ella y nos contó que en la escuela son unos 9 chicos, todos de apellido Gaspar pero sin ser parientes, seguramente así se habría llamado un antiguo dueño de esas tierras y les habría impuesto a los lugareños el uso de su apellido, como una marca de pertenencia, tal como se estilaba.
de Santa Cruz a Campo La Paz
llegando a Campo La Paz

llegando a Campo La Paz
gavillas en Campo La Paz, el maíz cosechado se seca para irlo consumiendo durante el año
 Campo La Paz
ovejitas en Campo La Paz
escuela de Campo La Paz
  Campo La Paz
capilla de Campo La Paz
saliendo de Campo La Paz
Vimos la hora y había que salir rápidamente para no llegar tan de noche a Nazareno.  Teníamos una hora y media hasta el cruce en Tuc Tuca, y de ahí otra hora y media a Nazareno.  

Pero en el camino Raúl seguía viendo las lajas que sirvieran para alguna mesa.  ¡Y nos llevamos una nomás!
Raúl busca lajas para llevar


esas lajas están casi casi



Re bien estaba el camino, se ve que lo mantienen.  Y una locura las miles de curvas que hay que hacer cuando se baja desde la altísima Abra Fundición, 4722 msnm, a los 3100 msnm de Nazareno (ya estaba oscuro, me perdí el paisaje, pero re lindo ver abajo las luces del pueblo allá abajo).

Llegamos y en la comisaría nos indicaron cómo ir al único alojamiento del pueblo, re macanudo Don Nicanor que tiene un par de habitaciones y varias camitas.  De hecho, recordando, es donde nos quedamos cuando varios años atrás hice en grupo la travesía de Iruya a Nazareno.
Abra Fundición, camino a Nazareno

enorme apacheta en el Abra Fundición
abajo, las luces de Nazareno

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Sobre Vicky Yened

Hace unos 15 años que descubrí la Quebrada y Puna. Fue un flash... tremendos paisajes con cerrazos coloridos, cóndores, llamas, vicuñas, cardones, que desde hace miles de años moldean un hábitat sencillo y estremecedor... pero lo que más me impactó es la cultura viva que aun se mantiene y conmueve... la Pachamama siempre presente, las chayadas, las apachetas, las ofrendas, las rondas de coplas... Así que ahí ando, cada vez que puedo me hago escapaditas revitalizantes.

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